Los fármacos que se usan en niños con TDAH pueden
aumentar las psicosis
Los medicamentos que se utilizan para tratar el
Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) podrían aumentar el
riesgo de efectos secundarios psicóticos en los niños y jóvenes pacientes que
los consumen. Así lo asegura un estudio científico que se ha publicado hace
unos días.
Dichos posibles daños se producen sobre todo cuando uno
de los progenitores de los niños medicados tiene antecedentes de una enfermedad
mental grave. Los autores del estudio dijeron que el diseño de la investigación
no les permitió probar una relación causal, sino solo hallar una asociación entre
los medicamentos estimulantes y los síntomas psicóticos. Hubiera sido
interesante pues diseñar mejor el trabajo científico.
En el grupo de chicos que no tomaron los medicamentos,
los efectos psicóticos, fueron notificados en sólo una cuarta parte de los
niños.
El autor principal del trabajo, el psiquiatra Rudolf
Uher -de la Universidad de Dalhousie en Halifax, Nueva Escocia- dice que esos
medicamentos pueden ser extremadamente útiles, incluso en niños con
antecedentes familiares de enfermedad mental. Y añade que las conclusiones del
estudio “no quieren decir para nada que debamos dejar de usar estimulantes”.
Según Uher, hace mucho que los médicos saben que estos
fármacos pueden provocar alucinaciones y otros síntomas psicóticos:
[Pero] lo sorprendente es la cantidad. Nadie sospechaba
que estos efectos secundarios pudieran ser tan comunes”.
Lo sabrán los médicos pero para mí que esto no se avisa
con el suficiente rigor a tenor de las cifras de diagnóstico del síndrome y
consumo de este tipo de medicamentos: El TDAH afecta a entre un 5 y un 10% de
los niños en edad escolar de Estados Unidos y los estimulantes se consideran el
tratamiento de primera línea para la afección.
Lo que no me deja tranquilo es que para saber quienes
eran los niños con padres con problemas mentales analizaron a los padres y esto
dicen que encontraron:
Parece que los síntomas
psicóticos relacionados con los estimulantes asociados con el tratamiento
estimulante son más comunes, más complejos y más abarcadores en los hijos de
padres con trastornos del estado de ánimo, en comparación con los niños cuyos
padres no tienen una enfermedad mental activa”, comentó.
Madre mía, pues hoy tengo el estado de ánimo… y
enfermedad mental activa… parece que se da por hecho que todos estamos enfermos
de la mente sólo que una parte de la población no lo manifiesta.
Al final lo importante es que se encontró que la
frecuencia con que los estimulantes se asociaban con eventos psicóticos era
mucho más alta de lo que investigaciones anteriores habían indicado. El
hallazgo llevó a los investigadores a sugerir que el riesgo de efectos
secundarios psicóticos NO debe continuar considerándose raro en esos niños.
El equilibrio entre el riesgo y el beneficio de esos
tratamientos puede que no sea tan claro
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